Esta Directiva busca promover el respeto por los Derechos Humanos y la protección del Medio Ambiente, estableciendo un marco horizontal para la contribución de las empresas en el mercado único hacia estos objetivos, a través de sus propias operaciones y a lo largo de sus cadenas de valor. Para ello establece un marco para que las empresas realicen diligencia debida en sostenibilidad, integrando la sostenibilidad en sus sistemas de gestión y estrategias empresariales. Las obligaciones específicas incluyen:

• Mejora de la gobernanza empresarial: Integrar la gestión de riesgos y los procesos de mitigación relacionados con los derechos humanos y el medio ambiente en las estrategias empresariales.

• Evitar la fragmentación de requisitos: Crear seguridad jurídica para las empresas y las partes interesadas en cuanto a comportamiento y responsabilidad.

• Aumentar la responsabilidad empresarial: Por efectos adversos, asegurando coherencia con respecto a las obligaciones derivadas de iniciativas de la UE existentes y propuestas en materia de conducta empresarial responsable.

• Mejorar el acceso a remedios: Para las personas afectadas por efectos adversos sobre los derechos humanos y el medio ambiente debido a actividades empresariales.

• Complementariedad con otras medidas de la UE: Al ser un instrumento horizontal que también aplica a la cadena de valor, complementará otras medidas vigentes o propuestas que aborden desafíos específicos de sostenibilidad o que se apliquen en sectores específicos.

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